miércoles, 4 de febrero de 2015

Hemos empezado a pensar pero hemos dejado de sentir

"Hemos empezado a pensar pero hemos dejado de sentir"  "Charles Spencer, Charlie Chaplin"

Con esta magistral frase del inigualable Charlie Chaplin en su bárbara interpretación en el Gran Dictador, el actor y director británico ya vaticinaba una desvirtualización entre aquello que el hombre debería considerar saber y aquello que debería considerar sentir. Hubo un momento en el que el teórico hombre sabio, el nuevo hombre sabio, perdió las alas y el corazón, dejo de soñar y sentir, y comenzó a interesarse por los lujos, la arrogancia, el vicio y todo aquello que intentamos esconder esconder tras la palabra progreso.

Por una parte, debemos analizar si de verdad esta nueva praxis lleva al hombre sabio. Por sabio entendemos a lo único que de verdad compartimos con los animales, buscar la supervivencia, cuando mejor estemos adaptados al medio, más sabios seremos. No hace falta ser un moralista para ver a lo que hoy se aspira. No se busca la emoción en lo sencillo, escribir, leer, abrazar, besar, sentir el momento. Más bien todo lo contrario, se pretende idealizar una falsa felicidad sin fin que crea un horrible ciclo de horror y pestilencia que desemboca en terribles momentos de sinsentido y depresión. Destrozando la teoría de que los vicios y de más muestras de nuestro idealizado progreso hacen al hombre sabio.

Por otra parte, la cuestión es plantearse cómo es posible que con lo que la humanidad ha sufrido, ha evolucionado y ha trabajado sus emociones aun hoy en día haya gente sin empatía ni emoción. ¿Qué sentido tiene una vida que tiene como única finalidad sobrevivir? Con grandes conocimientos sobre gran cantidad de disciplinas, con tiempo, con una biblioteca infinita y con posibilidad de tomar diferentes puntos de vista. Aun con todo, hay gente, y no tan poca, que es capaz de ver en la televisión como asesinan a un hombre, como muere una familia, sin si quiera poner una mueca, sin si quiera sentir nada por esas personas. La muerte se ha frivolizado, hasta el dolor que es ajeno no nos es de mínima importancia. Pero ¿Dónde está la clave para que el hombre sienta?

La capacidad para emocionarse no es sencilla. Requiere de un nivel de experiencias en la vida mínimos así como el esfuerzo para ponerse en el lugar del otro o de apreciar el arte. Así viajar y leer abre fronteras en la mente, conocer un idioma extranjero o una nueva persona en nuestra vida nos asegura nuevas maneras de entender la vida,  oír música, respetar toda opinión que no atente contra el resto de opiniones... Gestos que parecen sin importancia y que andan todos unidos hacia el verdadero progreso del ser humano.

Así, la vida está para reír, llorar, sentir, para vivirla... Para notar como se nos escapa de las manos, gozando siempre de un margen para no caer en el sinsentido, de que cada día es una oportunidad para conseguir nuevas experiencias, que no hay que estancarse, que hay que seguir adelante con nuevas experiencias  y mundos. Que el dinero se hizo como medio humano, que el sexo no tiene que ser un tabú ni debemos ser subyugados por él, que el poder no es para siempre y que contra nosotros conspira y que la caja tonta no es tan tonta.

domingo, 1 de febrero de 2015

El consuelo, el rezo y el sueño

Como si de la caricia de una shinigami se tratara, las fuerzas se minoran, mi cuerpo se evapora. Algo tan sencillo y tan complejo, caer en la cuenta que alguien estuvo y hoy a vuelto, para contártelo, y no es tan grande ni espacioso como pretendían hacernos creer ayer, creételo. Entonces, ¿qué miedo hay que tener?  Hoy mi lema es si la forma es buena, el mensaje no me nombra. Pero que si mi mensaje es bueno, la forma sale sola.

Es sencillo caminar como otro cualquiera, pero goza de más cache hacerlo como quien sabe que su palabra tiene peso. De quien sabe que cada palabra de su adentro puede conquistar. Así, en mi presente te pretendo, ¿y qué pretendo?, demostrarte que hay algo más, que la realidad que percibes, que la muerte no tiene porque ser gélida, que la vida no tiene porque ser solo lo tangible.

Te conocí paseando en una tarde onírica y, chica, es que en mis sueños ya aparecías venida del cielo. Ahora estamos en esta habitación, tú y yo solos, deja que te haga una proposición indecente, deja que me acueste con tu mente, deja que la pervierta. No prometo que tu mundo no se invierta, no intentes que no pretenda encontrar cada resquicio de duda, cada orificio, para lograr poner mis ideas como nueva estructura. Atenta, no te me vayas a asustar, el conocimiento te da fuerzas para ser algo más, ¿no? o eso te han hecho creer, deja que te dé habilidades para lograr tener saber. Atenea, de ella crees deber tu haber aprendido. Mi texto no queda como parte de su obra. Estense tranquilos, la cultura me sobra. Ahora apártense y permítanme, que les muestre como continúa ella en mi camino.

Hilo fronteras de  tu cuerpo con el mío por doquier. Miento si te digo que solo las mentes me dan placer, pero que es un cuerpo sin ella. Que poco nos queda, si eres incapaz de seguir mi compás. Si eres incapaz, si no eres un genio, que duro será todo cuando te des cuenta que solo son palabras pero que sin palabras no te podrías dar cuenta. Aún así,  me ilusiona saber que te ilusiono. No tengo miedo a perder, ya sería difícil perder algo nuevo, y lo poco que me queda a ello me aferro.

De poco sirvieron mis palabras y mi entusiasmo. Un bloqueo sideral me extrajo de su vida. Te desconocí una tarde sobria, y chica, es que en mi vida significaste mucho en poco tiempo. Ahora estoy en esta habitación yo solo, deja que te olvide en mi mente. De poco sirvió mi inteligencia en el presente, si mi emoción fallo, si Eros pudo conmigo. Mi texto queda perpetuado con su poder. Alértense serán los siguientes en perder. Ahora acérquense y permítanme, que les muestre como termina la lírica.

Hoy confío en los astros, hoy confío en la suerte, hoy confío en todo aquello que pueda revelar un karma. Y ante sentirse sin justicia y solo, solo queda el consuelo, el rezo y el sueño.



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