lunes, 10 de junio de 2013

Un corazón que late al ver que un enemigo vuelve

Lo tiene prácticamente olvidado.

Cinco años entre abuso no dan para sonrisas. Si en el infierno se aprende y se duerme en el cielo. Su nombre nunca importa si su talla es grande, su amor no es por el sexo correcto o en su país se pasa hambre.

Nunca quiso destacar. Tampoco le importaba relacionarse. Él sólo quería pasar como un soplo de aire entre esas clases y esas calles. Pero cuando chiquillos sienten repugnancia ante el extraño es demasiado fácil hacerle caer y amenazarle. 

En un principio, no entendía que ocurría. ¿Qué era aquello tan malo en él? Día a día acabo por comprender que por ser quien es debía estar debajo. Golpes, robos y algún que otro libro manchado con profunda urea. 
Se le espera a la salida, se le acompaña hasta que suelta la mochila o el dinero. Ellos son cinco, él está solo. Los golpes en el estómago son poca cosa comparado con la pérdida de la dignidad, de su persona.

La gente mira con ojos de vidrio. Mira pero no quiere ver. Pasan de largo, incluso profesores. 

Así pasaron sus días, entre soledad, sueños rotos, eterno gusto por la venganza.y fracaso. Fracaso tras fracaso, renuncia a lo que trasforma a un ser humano en ser humano. Lo que un día fuera reservado dignidad hoy es un pozo oscuro de apariencia y miedo.

Así el niño va entendiendo como se existe en el mundo. Su carácter se endureció. El tiempo y el ansia de venganza dio a un ser sin sueños capaz de mirar con el frío necesario para sentir al resto como objetos. De ver golpes y pasar inadvertido, de defenderse a cuchillo y de considerar a cualquier diferente objeto de burla o de deseo, con o sin consentimiento.

El odio se concentra en una etnia y en tres o cuatro personas que recuerda. Se promete una y otra vez, que eso no se olvida, el daño que se le hizo acabará por matarle a él si la venganza no aparece.

Parte de lo que quedó en el oscuro cajón del olvido vuelve en el futuro. Siente que el corazón le va a mil. Quiere matarlo a golpes, lo matará a golpes, con ello verá fin a su sufrimiento. Cuenta con las armas y el lugar y puede esperar medio año más.

1 comentario:

  1. Considero de que ese niño con el tiempo aparte de la venganza se pondrá otras metas en su vida y la venganza llegará a un segundo plano hasta desaparecer, no olvidará lo que le hicieron pero con el tiempo se dará cuenta de que no merece la pena mancharse las manos o rebajarse y pagar con la misma moneda, puede perdonar pero no olvidar.

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